Con menos de un siglo de tradición y a base de ingredientes humildes, el ramen ha conquistado el paladar del mundo gastronómico. Es un símbolo de la cultura japonesa y sigue reinventándose cada día en las cartas de prestigiosos restaurantes y adaptándose a la comida rápida con los famosos fideos instantáneos.
Probablemente, los fideos que se usan para el ramen, hechos de trigo, fueron importados por comerciantes chinos a mediados del siglo XIX, pues antes de este contacto, el tipo de fideos que se fabricaban en el país del sol naciente eran de arroz. Pero no fue hasta la Segunda Guerra Mundial que el shina soba —no se usó el nombre de «ramen» hasta los años 50— adquirió un papel crucial en la vida de los japoneses. En una época de crisis y pobreza, era vital una comida simple, saciante y nutritiva. Así, ramen tras ramen, se convirtió en un aliado culinario que proporcionaba energía para reconstruir el país y se incorporó como plato básico del día a día.
¿Su secreto? Dos ingredientes claves que le dan magia a este plato: caldo y fideos.
Su sabor varía, sobre todo, por el tipo de carne que se utilice para el caldo: pollo, pollo y cerdo o cerdo. Este último es el famoso tonkotsu, que puede llegar a cocinarse hasta 48 horas, para lograr un caldo espeso y de sabor intenso. Pero no solo depende del tipo de carne, sino también por su textura y su sabor más o menos pronunciado. Así, los caldos ligeros y suaves reciben el nombre de assari, mientras que los caldos con más sabor y textura se denominan kotteri.
Además, junto al caldo y los fideos, el ramen suele contener otros ingredientes básicos que completan su sabor: chashu (carne de cerdo confitada), negi (cebolleta), tamago (huevo mollet), menma (brotes de bambú lactofermentados), myashi (brotes de soja), nori (hoja de alga marina) y naruto (surumi japonés).
Pero más allá de estas formalidades, cada región de Japón tiene su forma especial de cocinar y prepararlo. A continuación te dejamos los principales tipos:
Hakata ramen: originario de Fukuoka, se diferencia de otros tipos de ramen por su caldo a base de huesos de cerdo. Suele llevar también benishoga (jengibre rojo) y semillas de sésamo.
Champon Nagazak ramen: es de Nagasaki, en su caldo de pollo y cerdo se cuecen directamente los fideos de ramen. Se prepara con marisco, col, cebolla y zanahoria.
Tokushima ramen: de la isla de Shikok. Se realiza un caldo tonkotsu en el que se añade butabara (tiras de panceta caramelizadas), shoyu (salsa de soja) y huevo crudo.
Yamagata ramen: en la capital de la prefectura de Yamagata, se hace un ramen frío con un caldo de soja y acompañado de pescado, pepino y wakame.
Sapporo ramen: su caldo a base de miso produce un caldo muy aromático que se sirve con granos de maíz, mantequilla, brotes de soja salteados y tiras de carne de cerdo asada. Se realiza en la ciudad que lleva su mismo nombre, capital de la isla de Hokkaidō.
Hakodate ramen: también llamado shio ramen (ramen de sal), se caracteriza por un caldo claro y suave. Se acompaña de mitsuba (perejil), nori, espinacas y naruto. Es originario de Hakodate, ciudad del sur de Hokkaidō.
Kitakata ramen: en la pequeña ciudad de Kitakata, situada en la prefectura de Fukushima, se prepara un caldo a base de cerdo y niboshi (sardina seca). Además, sus fideos artesanales son gruesos y planos. No suelen llevar muchos ingredientes para acompañar.
Tokyo ramen: en la capital japonesa se realiza un tipo de ramen con un caldo de cerdo, pollo y soja, acompañado de un huevo escalfado, alga kombu y bonito seco.
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