“La cocina fue una obligación y la pintura fue y es una devoción“.
La pintora que ha llegado a guisar con el abrigo y el bolso puesto para acabar antes, la que tras los cuadros exige claramente una mirada diferente sobre el mundo: el expresionismo alemán habita en el Perchel y en el universo mientras haya asco, la reina del vertedero recreado como yacimiento, la escultora de alambres y de trapos, la insurrecta caminando bajo la escoria del metal y su nacimiento como forma artística, la antisistema desde el balconcito interior, aquí tenemos a Teté Vargas-Machuca.
COL&COL: ¿Cómo ha evolucionado el mundo de comida desde que eras pequeña hasta ahora?
Teté Vargas-Machuca: A peor, porque la elaboración deja de ser casera cuando no hay tiempo y hasta un manojito sencillo de boquerones requiere tiempo. Por otro lado las materias primas no son de la misma calidad que antes, no saben ni huelen igual.
C&C: Sabemos que no te gusta cocinar ¿por qué cocinas tan bien?
T.V.M: Por un lado, soy una persona muy intuitiva y por otro he tenido que practicar bastante por obligación (tenía que preparar la comida de mi familia); además, ya que me pongo quiero hacer las cosas bien, estoy segura de que quien tiene interés en hacer una cosa lo hace bien. Si no, es mejor no hacerlo.
C&C: Hablemos de comida. ¿Cuál es tu comida favorita? ¿Y el mejor ingrediente?
T.V.M: Uf, hay muchas, pero quizá sea la cazuela de fideos porque es una receta muy primaria, en mi casa era muy socorrido hacer cazuelas para comer. La nuez moscada porque me recuerda a las croquetas.
C&C: ¿Hay relación entre pintura y cocina?
T.V.M: En que es algo manual, una alquimia, una artesanía. Aunque en la cocina no tenía tanto interés como en la pintura, aprendí por tradición oral. La comida implica mucha menos responsabilidad para mí, sin embargo la pintura es el reto conmigo misma, el reto eterno desde que soy pequeña.
C&C: ¿Cuál es tu cocina extranjera favorita?
T.V.M: Canelones o lasaña con bechamel y espinacas; o la musaka, siempre comida mediterránea.
C&C: ¿Qué lugar ocupa la comida en tu vida?
T.V.M: Cuando el cuerpo me habla le respondo, como para sobrevivir. Pero eso no quiere decir que no me guste lo bueno, sé paladearlo, lo bueno le gusta a todo el mundo, sucede lo mismo en el arte. En el fondo, la memoria histórica personal funciona de maravilla: toda la información que has metido dentro (recetas, gustos, momentos, olores…) es para toda la vida.
C&C: ¿Eso quiere decir que quizá la intuición es una forma de que aflore la información que hemos guardado en un determinado momento? (Esta pregunta es muy de Punset en Redes, risas)
T.V.M: Pues sí, pensad que la mujer ha tenido un rol más pasivo que el del hombre y ha tenido tiempo de reconciliarse y pensar en toda esa información, ¿será eso la famosa intuición femenina?
C&C: ¿Hay algo estético en la cazuela de fideos?
T.V.M: Y tanto, hay algo estético en casi todo: el color y las texturas son cruciales en un plato.
C&C: ¿Cuál es tu plato estrella?
T.V.M: La carne mechada, tiene mucho de azar como el arte.
C&C: ¿Pintura o comer en qué piensas más?
T.V.M: En pintar, porque me satisface más. Ocupo más tiempo en pintar y cuando tengo hambre bajo (tiene el estudio arriba y la cocina abajo). Soy un reloj suizo y cuando la maquinaria interior de mi barriga pone la una menos cuarto es exactamente esa hora en Greenwich.
C&C: ¿La satisfacción de pintar un cuadro es la misma que después de comer?
T.V.M: Cuando pinto un cuadro y estoy satisfecha, bajo a la cocina pensando en volver a subir, es una forma de retrasar el placer, volver a verlo, pensar en él. Sin embargo bajo solo para alimentarme. La pintura es, a veces, como meter un bizcocho en el horno, detrás del cristal lo ves subir y piensas en que estás triunfando y cuando lo sacas y lo pones en la mesa y lo miras bien está todo imperfecto, destrozado. Probablemente la autoexigencia también tiranice, pero es necesaria, el mundo debería de ser más exigente.
C&C: ¿Has pintado un bodegón alguna vez?
T.V.M: No, pero no descarto nada. No me dicen mucho, he visto demasiados.
C&C: Desayuno, comida o cena, elige. ¿Qué te haces para cenar?
T.V.M: Cena, por supuesto, de hecho ceno lo que debería de haber almorzado. Para cenar lo mejor: patatas fritas.
C&C: ¿Qué comida elegirías para nuestras secciones de “Hoy toca”?
T.V.M: Para fiesta: no hacer la fiesta. Para sexo: no comment. Para series: suelo cenar mientras veo la tele. Para táper: gazpacho. Para familia: carne mechada o croquetas de puchero.
Su casa es, como la de muchos artistas, el resultado de sí misma, llena de criaturas que salen por todas partes: a ratos son una fuente, a ratos salen de detrás de la puerta, a ratos suben contigo las escaleras; son domesticables, son gárgolas con miedo, son señores gordos mirando el mundo con la extrañeza del que se sabe distinto. Recomendamos una ruta con audioguía por el bestiario de su casa. Gracias Teté, por mundo, cazuela y dry.
El plazo para participar es hasta el 15 de octubre.
Laia Shamirian nos cuenta su experiencia como ganadora de la Beca Emilia Pardo Bazán.
Con NOLA quiero llegar a la gente, que realmente les emocione y sea mi granito de arena a la cultura de Nueva Orleans.