Esta versión de los rollitos de canela de Joan Seguí de Forn Sant Francesc se encuentra en su primer libro.
El rollo de canela es un brioche que ha ganado fama muy rápidamente. Su centro siempre queda tierno y húmedo y todo él tiene un concentrado sabor a canela y mantequilla. Puede terminarse con un glaseado de vainilla o con chocolate. Debe consumirse a las pocas horas de su cocción porque endurecen y el interior tiende a secarse.
MASA
300 g de puré de patata
250 g de azúcar
300 g de mantequilla
5 huevos
40 g de levadura fresca
125 ml de agua
1 kg de harina de fuerza
RELLENO
250 g de mantequilla
150 g de azúcar moreno
150 g de canela molida
Para hacer el puré, hervir unas patatas y triturar el peso indicado en la receta.
Para la masa, batir el puré, el azúcar, la mantequilla pomada, es decir, blanda, los huevos, la levadura y el agua en una batidora con el accesorio en forma de gancho.
Incorporar la harina poco a poco y seguir batiendo hasta que la masa tenga consistencia y esté perfectamente ligada.
Reservar tapada con papel film hasta doblar volumen, de 2 a 4 horas, en función de la temperatura ambiente.
Extender la masa sobre una superficie enharinada con ayuda de un rodillo hasta dejar un rectángulo perfecto de 3 a 5 milímetros de espesor.
Para el relleno, derretir la mantequilla y mezclar a partes iguales el azúcar moreno con la canela molida.
Pincelar con la mantequilla caliente toda la superficie de la masa e inmediatamente, para lograr una mejor adherencia, repartir manualmente la mezcla de azúcar y canela de forma homogénea.
Enrollar la masa formando un cordón.
Cortar porciones de 3 a 5 centímetros de espesor y colocar en un molde alto, donde tengan espacio para desarrollarse a lo alto y ancho.
Dejar fermentar hasta duplicar tamaño durante unas 3 horas.
Precalentar el horno a 170 °C y hornear durante unos 25 minutos. Dejar enfriar y consumir solos o con glaseado.