Pastel delicioso y muy delicado típico de la ciudad de Charleston en Carolina del Sur (Estados Unidos), donde se suele servir de postre. Lleva ese nombre en honor a un pequeño grupo de protestantes franceses que huyeron de la persecución de sus compatriotas católicos y se establecieron en las tierras que luego se convertirían en Carolina del Sur, más de un siglo antes de la Guerra de Secesión.
1. Precalentar el horno a 190 ºC, calor arriba y abajo. Engrasar una bandeja de horno rectangular o cuadrada de tamaño medio.
2. Pelar y descorazonar las manzanas y cortar en cubos pequeños. Pasar a un bol y mezclar con ayuda de una espátula de silicona con 3 cucharadas de la harina. Reservar.
3. Triturar los 200 g de nueces en una batidora con 60 g de azúcar glas durante unos 20 segundos. Pasar a un recipiente y mezclar con la harina restante tamizada con la sal.
4. Trasladar 4 huevos con 300 g de azúcar blanquilla a un recipiente y batir con una batidora de varillas hasta que aumenten de volumen, unos 5 minutos. Este paso es muy importante para el buen resultado del pastel al no llevar levadura.
5. Reducir la velocidad y añadir lentamente la mezcla de nueces y azúcar glas a los huevos. Incorporar las manzanas e integrar con la espátula.
6. Verter la mezcla en el molde y hornear durante unos 40-45 minutos o hasta que esté bien cocido.
7. Dejar enfriar a temperatura ambiente, espolvorear con azúcar las y servir acompañado de crema de vainilla.
CREMA DE VAINILLA
200 g de nata para montar (35% M.G.)
1/2 cucharadita de pasta de vainilla
Azúcar glas al gusto
1. Batir la nata, que debe estar muy fría, con la batidora de varillas. Añadir la vainilla y el azúcar y dejar de batir cuando se alcance una textura cremosa y suave.