Dulce soñar y dulce congojarme,
cuando estaba soñando que soñaba;
dulce gozar con lo que me engañaba,
si un poco más durara el engañarme
dulce no estar en mí, que figurarme
podía cuanto bien yo deseaba;
dulce placer, aunque me importunaba
que alguna vez llegaba a despertarme:
¡oh sueño, cuánto más leve y sabroso
me fueras si vinieras tan pesado
que asentaras en mí con más reposo!
Durmiendo, en fin, fui bienaventurado,
y es justo en la mentira ser dichoso
quien siempre en la verdad fue desdichado.
Juan Boscán
5 Huevos M
200 g de Azúcar
125 g de Harina (o 65 de harina y 60 de Maicena)
1 cucharadita de Canela, media de jengibre en polvo y otra media de nuez moscada
2 cucharaditas de ron
Media cucharadita de levadura quimica (Royal o similar)
Una pizca de sal
1 Azúcar glass
Separar las claras de las yemas.
En el bol de las yemas añadir azúcar, canela, jengibre, nuez moscada y ron. Con la batidora varillas mezclar hasta que la mezcla se vuelva blanquecina. Cuando la masa sea homogenea añadir la harina con la levadura y la sal.
Batir las claras hasta conseguir un punto de nieve bastante solido y añadir a la preparación anterior con cuidado y haciendo movimiento envolventes.
Precalentar el horno a 170º
Con una manga pastelera colocar la masa en los moldes (nosostros usamos unos de silicona con forma de rosquillas) o sobre un papel de horno directamente. Deja espacio entre ellos porque aumentaran de tamaño durante el horneado. Espolverear con azucar glass y hornear entre 10-12 minutos.
Nosotros pusimos dos mitades y las rellenamos con dulces de leche. ¡Una delicia!